Preguntas y respuestas a expertos: la demencia y enfermedad de Alzheimer
Muchas personas presentan problemas de memoria o de cogniciĂłn debido a la fisiologĂa normal del envejecimiento. Sin embargo, el deterioro de la memoria asociado a la edad, en comparaciĂłn con los problemas de memoria y cognitivos de la demencia, no afecta las actividades de la vida cotidiana, la capacidad para llevar a cabo tareas o la capacidad para aprender cosas nuevas.
En la evaluaciĂłn clĂnica, si se encuentra que una persona tiene un deterioro en la cogniciĂłn y la memoria que es normal para su edad, pero es lo suficientemente grave como para afectar su vida cotidiana, se le diagnostica un trastorno neurocognitivo leve o un deterioro cognitivo leve (DCL). Las personas con DCL tienen un alto riesgo de desarrollar demencia, y necesitan que un profesional de la atenciĂłn primaria o de la salud mental les realice un examen periĂłdico para evaluar la progresiĂłn del deterioro cognitivo.
Los sĂntomas de la demencia varĂan segĂşn cada individuo y tipo de demencia. Algunos de los primeros sĂntomas son los problemas de memoria; los problemas con el lenguaje; la pĂ©rdida de las pertenencias; los problemas de organizaciĂłn y planificaciĂłn de actividades, como las citas mĂ©dicas; los cambios de estado de ánimo; las dificultades para realizar tareas familiares o usar objetos cotidianos, como un telĂ©fono celular; la confusiĂłn sobre el tiempo y el lugar, y el alejamiento de las actividades sociales, como las reuniones familiares.
Solo unos pocos subtipos raros de demencia se heredan. Estos tipos son causados por mutaciones genĂ©ticas heredadas por miembros de la familia. Generalmente, estos tipos de demencia se manifiestan antes de los 65 años de edad. No se recomienda efectuar pruebas genĂ©ticas para estos tipos de demencia, ya que una prueba positiva no significa necesariamente que una persona desarrollará demencia. Es posible que una persona no desarrolle demencia, aunque haya un historial de varios miembros en la familia con demencia y la prueba genĂ©tica sea positiva para un tipo familiar de demencia. No existen medidas preventivas especĂficas para la demencia. El riesgo de desarrollar demencia puede reducirse tomando decisiones saludables en cuanto al estilo de vida, como:
- Seguir una dieta equilibrada.
- Evitar el tabaco u otras sustancias.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Mantenerse fĂsica, mental y socialmente activo.
Desafortunadamente, todavĂa no hay ningĂşn tratamiento que pueda revertir la evoluciĂłn de la demencia. Los medicamentos aprobados por la AdministraciĂłn de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) pueden ralentizar el avance de la enfermedad de Alzheimer (pero no otros tipos de demencia). A medida que se agrava la demencia, los medicamentos pueden volverse menos efectivos y pueden suspenderse para reducir la carga de tomar medicamentos inapropiados e innecesarios. En la actualidad, se están estudiando nuevos medicamentos con la esperanza de que algĂşn dĂa puedan desacelerar o detener el declive en el deterioro cognitivo.
El estrĂ©s y el agotamiento son comunes en los cuidadores de personas con demencia, en especial a medida que la demencia se agrava y se necesita que los cuidadores aumenten la atenciĂłn. Los cuidadores pueden sentirse frustrados, deprimidos y ansiosos por cuidar a sus seres queridos, lo cual puede afectar su salud fĂsica y mental. Es fundamental abordar la carga y el estrĂ©s del cuidador al evaluar a las personas con demencia. Deben tener un descanso de su algunas horas al dĂa para cuidar de sĂ mismos y atender sus necesidades. Los miembros de la familia tambiĂ©n pueden turnarse para brindar atenciĂłn a la persona con demencia. Se alienta a los cuidadores a hacer psicoterapia y buscar asesoramiento si sienten ansiedad o depresiĂłn por cuidar a sus seres queridos. Se puede obtener informaciĂłn sobre grupos de apoyo para cuidadores y otros recursos para cuidadores en la sede local de la Alzheimer’s Association (AsociaciĂłn del Alzheimer).