El trastorno del espectro autista (TEA), o autismo, es una condiciĂłn mĂ©dica del desarrollo que involucra desafĂos persistentes en la comunicaciĂłn social, intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Si bien el autismo se considera una condiciĂłn de por vida, las necesidades de soportes y apoyo debido a estos desafĂos varĂa entre las personas con autismo. El autismo no es lo mismo que tener una discapacidad de aprendizaje.
Algunos de los signos del trastorno del espectro autista (TEA) pueden notarse antes de su primer año de edad, aunque puede hacerse un diagnĂłstico confiable por parte de un especialista en autismo en niños de tan solo 18 meses de edad. Lamentablemente, muchos niños terminan esperando hasta despuĂ©s de cumplir 4 años para que se les diagnostique TEA. Los retrasos en la bĂşsqueda de una evaluaciĂłn inicial y el acceso limitado a especialistas son solo algunos de los factores que ayudan a explicar este retraso. Los niños que padecen TEA menos grave, o que pertenecen a minorĂas, tienden a recibir un diagnĂłstico más tarde que los que tienen sĂntomas profundos. Los investigadores están desarrollando formas de poder diagnosticar el autismo a edades aĂşn más tempranas, como el uso de tecnologĂas de seguimiento ocular. Por lo general, el diagnĂłstico del autismo se basa en un examen clĂnico, que, con frecuencia, tiene el respaldo de otra informaciĂłn y pruebas. No existe un solo escáner o análisis de sangre que pueda diagnosticar el autismo de forma independiente.
Padres y madres deben confiar en su instinto cuando estén preocupados por su hijo y buscar el consejo de su pediatra de atención primaria. Esta evaluación general puede llevar a que se refiera a un especialista, quien realizará una evaluación más completa. Los padres también deben sentirse capacitados para pedir la opinión de un especialista, si no se sienten adecuadamente tranquilos con una evaluación de atención primaria.
Una pequeña minorĂa de niños muestra una mejorĂa considerable en sus sĂntomas de TEA despuĂ©s del diagnĂłstico. Si bien el TEA se ha considerado histĂłricamente una afecciĂłn de por vida, investigaciones recientes han demostrado que los resultados asociados con un diagnĂłstico del TEA pueden variar considerablemente. Algunas personas que se les diagnosticĂł TEA en su juventud pueden experimentar una mejorĂa a reducciĂłn de sĂntomas y mostrar poca diferencia con las personas que nunca recibieron el diagnĂłstico.
Si estos individuos “superaron” el autismo o simplemente respondieron excepcionalmente bien a las intervenciones terapĂ©uticas, sigue siendo objeto de debate. TambiĂ©n hay que preguntarse si el diagnĂłstico inicial del TEA fue preciso en estos casos. Por el momento, es difĂcil identificar quĂ© niños “superarán” el autismo, aunque aquellos que tienen sĂntomas menos graves y quienes obtienen acceso temprano a las terapias apropiadas, parecen tener mejores resultados.
Los padres naturalmente quieren lo mejor para sus hijos y muchos probarán diferentes tratamientos, dietas y terapias para ayudar a su ser querido. Es difĂcil abarcar la gran variedad de terapias, pero estos son algunos puntos clave:
Las afecciones médicas y psiquiátricas que coexisten con el TEA deben ser identificadas y tratadas por un profesional de la salud. Estas pueden incluir problemas inmunológicos, problemas digestivos y TDAH.
La mayorĂa de las terapias, dietas, o tratamientos llamados naturales no tienen evidencia cientĂfica de alta calidad que respalde estas intervenciones. Desafortunadamente, Ă©stas se anuncian errĂłneamente como seguras y efectivas, causando daño en las familias que incurren en altos costos basadas en falsas expectativas. Los padres deben ser muy cautelosos con los tratamientos que se anuncian como capaces de “curar” el autismo. Con frecuencia, estas afirmaciones son de dudosa procedencia y su objetivo muchas veces no va alineado con las preferencias de la comunidad TEA.
Existe poca investigaciĂłn sobre terapias especĂficas para adultos con TEA y la mayorĂa de las recomendaciones de tratamiento se basan en investigaciones realizadas en niños y adolescentes. Muchos adultos con autismo tambiĂ©n muestran sĂntomas de depresiĂłn, ansiedad o TDAH. En ocasiones, se beneficiarán del tratamiento con psicoterapia, un medicamento o una combinaciĂłn de ambos.
Si bien cada adulto con TEA tambiĂ©n tiene sus propios desafĂos y necesidades individuales, muchos de ellos se enfrentan a un conjunto comĂşn de desafĂos más amplios. Estos incluyen encontrar empleo, vivienda, hacer amistades y establecer relaciones cercanas.