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¿Qué son los trastornos de ansiedad?

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La ansiedad es una reacción normal al estrés. Algunos niveles de ansiedad pueden ofrecer beneficios en algunas situaciones. Nos pueden alertar ante peligros, y nos ayudan a prepararnos y prestar atención. Los trastornos de ansiedad difieren de las sensaciones normales de nerviosismo o ansiedad, e incluyen el miedo o la ansiedad en exceso. Los trastornos de ansiedad son los más comunes de los trastornos mentales. Afectan a casi el 30 % de los adultos en algún momento de sus vidas. Sin embargo, los trastornos de ansiedad se pueden tratar con una serie de tratamientos psicoterapéuticos y medicamentos. El tratamiento ayuda a la mayoría de las personas a llevar una vida productiva normal.

La ansiedad se refiere a la anticipación de una preocupación futura y se asocia más con la tensión muscular y el comportamiento de evitación.

El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inmediata y se asocia más con una reacción de lucha o huida, ya sea quedarse para luchar o irse para escapar del peligro.

Los trastornos de ansiedad pueden hacer que las personas traten de evitar situaciones que desencadenen o empeoren sus sĂ­ntomas. El rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones personales pueden verse afectadas. En general, para que se le diagnostique a una persona con un trastorno de ansiedad, el miedo o la ansiedad deben:

  • Estar fuera de proporciĂłn con la situaciĂłn o no ser adecuado para la edad.
  • Dificultar su capacidad para funcionar con normalidad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico con o sin agorafobia, fobias específicas, agorafobia, trastorno de ansiedad social, trastorno de ansiedad por separación y mutismo selectivo.

 

Tipos de trastornos de ansiedad

Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada implica una preocupación persistente y excesiva que interfiere con las actividades diarias. Esta preocupación y tensión continuas pueden ir acompañadas de síntomas físicos, como inquietud, sensación de nerviosismo o fatiga fácil, dificultad para concentrarse, tensión muscular o problemas para dormir. Con frecuencia, las preocupaciones se centran en aspectos cotidianos como las responsabilidades laborales, la salud familiar o los asuntos menores, como las tareas domésticas, las reparaciones del automóvil o las citas.

Trastorno de pánico

El síntoma central del trastorno de pánico son los ataques de pánico recurrentes, una combinación abrumadora de angustia física y psicológica. Durante un ataque, varios de estos síntomas se presentan en combinación:

  • Palpitaciones o frecuencia cardĂ­aca rápida
  • SudoraciĂłn
  • Temblores o sacudidas
  • SensaciĂłn de falta de aliento o sensaciĂłn de asfixia
  • Dolor de pecho
  • SensaciĂłn de mareo, aturdimiento o desmayo
  • SensaciĂłn de ahogo
  • Entumecimiento u hormigueo
  • EscalofrĂ­os o sofocos
  • Náuseas o dolores abdominales
  • SensaciĂłn de desapego
  • Miedo a perder el control
  • Miedo a morir

Debido a que los síntomas pueden ser bastante graves, algunas personas que experimentan un ataque de pánico pueden creer que están teniendo un ataque cardíaco o alguna otra enfermedad potencialmente mortal. Es posible que acudan al servicio de urgencias de un hospital. Se pueden esperar ataques de pánico, como una respuesta a un objeto temido, o inesperados, que aparentemente ocurren sin razón. La edad promedio de aparición del trastorno de pánico es de 20 a 24 años. Los ataques de pánico pueden ocurrir con otros trastornos mentales, como la depresión o el trastorno de estrés postraumático.

¿QuĂ© tan comunes son los trastornos de ansiedad?

En un año determinado, el porcentaje estimado de adultos estadounidenses con diversos trastornos de ansiedad es*:

  • Fobia especĂ­fica: entre 8 % y 12 % (EE. UU.)
  • Trastorno de ansiedad social: 7 % (EE. UU.)
  • Trastorno de pánico: entre 2 % y 3 % (EE. UU.)
  • Agorafobia: entre 1 % y 1.7 % (adolescentes y adultos, en todo el mundo)
  • Trastorno de ansiedad generalizada: 0.9 % (adolescentes) 2.9 % (adultos) • Trastorno de ansiedad por separaciĂłn: 4 % (niños), 1.6 % (adolescentes), entre 0.9 % y 1.9 % (adultos)
  • Mutismo selectivo: entre 0.03 % y 1.9 % (EE. UU., Europa, Israel)

Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar trastornos de ansiedad.

Fobias o fobias especĂ­ficas

Una fobia específica es el miedo excesivo y persistente a un objeto, una situación o una actividad específica que generalmente no es dañina. Los pacientes saben que su miedo es excesivo, pero no pueden superarlo. Estos miedos causan tal angustia que algunas personas hacen todo lo posible para evitar lo que temen. Algunos ejemplos son hablar en público, el miedo a volar o el miedo a las arañas.

Agorafobia

La agorafobia es el miedo a estar en situaciones en las que escapar puede ser difícil o vergonzoso, o en las que la ayuda puede no estar disponible en caso de síntomas de pánico. El miedo es desproporcionado con respecto a la situación real y dura generalmente seis meses o más, además de causar problemas en el funcionamiento. Una persona con agorafobia experimenta este miedo en dos o más de las siguientes situaciones:

  • Usar el transporte pĂşblico.
  • Estar en espacios abiertos.
  • Estar en lugares cerrados.
  • Hacer cola o estar en una multitud.
  • Estar a solas fuera de casa.

El individuo evita activamente la situación, requiere compañía, o soporta con miedo o ansiedad intensos. La agorafobia no tratada puede llegar a ser tan grave que una persona no pueda salir de casa. Una persona solo puede diagnosticarse con agorafobia si el miedo es intensamente perturbador o si interfiere significativamente con las actividades diarias normales.

Trastorno de ansiedad social (anteriormente llamado fobia social)

Una persona con trastorno de ansiedad social tiene una ansiedad y una incomodidad significativas de que la avergüencen, humillen, rechacen o menosprecien en las interacciones sociales. Las personas con este trastorno tratarán de evitar la situación o la soportarán con gran ansiedad. Ejemplos comunes son el miedo extremo a hablar en público, conocer gente nueva, o comer o beber en público. El miedo o la ansiedad causan problemas con el funcionamiento diario y dura al menos seis meses.

Trastorno de ansiedad por separaciĂłn

Una persona con trastorno de ansiedad por separación es excesivamente temerosa o ansiosa por la separación de las personas con las que está unida. La sensación está más allá de lo apropiado para la edad de la persona, persiste (al menos cuatro semanas en niños y seis meses en adultos) y causa problemas de funcionamiento. Una persona con trastorno de ansiedad por separación puede estar preocupada constantemente por perder a la persona más cercana a él o ella, puede ser reacia o negarse a salir o dormir fuera de casa o sin esa persona, o puede experimentar pesadillas sobre la separación.

Con frecuencia, los sĂ­ntomas fĂ­sicos de angustia se desarrollan en la infancia, pero los sĂ­ntomas pueden continuar hasta la edad adulta.

Mutismo selectivo

Las personas con mutismo selectivo no hablan en algunas situaciones sociales en las que se espera que hablen, como la escuela, aunque hablan en otras situaciones. Hablarán en su casa con familiares inmediatos, pero, con frecuencia, no hablarán ni siquiera delante de otras personas, como amistades cercanas o abuelos.

La falta del habla puede interferir con la comunicación social, aunque las personas con este trastorno a veces usan medios no hablados o no verbales (por ejemplo: gruñir, señalar o escribir). La falta de habla también puede tener consecuencias significativas en la escuela o el trabajo, lo que lleva a problemas académicos y aislamiento social. Muchas personas con mutismo selectivo también experimentan una timidez excesiva, miedo a la vergüenza social y una gran ansiedad social. Sin embargo, suelen tener habilidades lingüísticas normales.

Por lo general, el mutismo selectivo comienza antes de los 5 años, pero es posible que no se identifique formalmente hasta que el niño ingrese a la escuela. Muchos niños superarán el mutismo selectivo con la edad. En el caso de los niños que también tienen trastorno de ansiedad social, el mutismo selectivo puede desaparecer, pero los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden permanecer.

Factores de riesgo

En la actualidad, se desconocen las causas de los trastornos de ansiedad, pero es probable que impliquen una combinación de factores que incluyen los genéticos, ambientales, psicológicos y del desarrollo. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios, lo que sugiere que una combinación de genes y estrés ambiental puede producir los trastornos.

La ansiedad y las comunidades hispanas/latinas

Se estima que el 15 % de los adultos hispanos experimentaron síntomas de ansiedad generalizada en las dos semanas anteriores (Terlizzi 202). Si bien la prevalencia general de la ansiedad entre las personas latinas y las blancas no latinas es similar, la investigación identificó algunas diferencias de influencia cultural específicas. Por ejemplo, un estudio descubrió que las personas latinas son más propensas a notar síntomas físicos y deterioro funcional que las blancas no latinas. (Eskovar 2018) Además, el estudio descubrió que, entre las personas latinas, experimentar discriminación se asoció con un mayor riesgo de síntomas de ansiedad.

Las tasas de depresión y ansiedad varían ampliamente entre los diferentes segmentos de la población hispana y latina de EE. UU., y las tasas más altas de ansiedad son más frecuentes en quienes nacieron en EE. UU. y vivieron ahí por más tiempo. (Wassertheil-Smaller 2014)V

Un estudio reciente encontrĂł que la angustia psicolĂłgica, incluida la ansiedad, entre las personas ciudadanas latina y las no ciudadanas aumentĂł en respuesta a los esfuerzos nacionales de aplicaciĂłn de la ley de inmigraciĂłn y al debate pĂşblico. (Johnson, 2024) Otra investigaciĂłn que analizĂł los altos niveles de trastorno de ansiedad generalizada entre adolescentes mexicoamericanos encontrĂł que la cultura, la cohesiĂłn familiar y el involucramiento eran particularmente importantes para fomentar un desarrollo saludable. (Mommaerts 2024)

DiagnĂłstico, tratamiento y autoayuda

El primer paso es consultar a su médico para asegurarse de que no haya ningún problema físico que cause los síntomas. Si se diagnostica un trastorno de ansiedad, un profesional de la salud mental puede trabajar contigo para encontrar el mejor tratamiento. Desafortunadamente, muchas personas con trastornos de ansiedad no buscan ayuda. No se dan cuenta de que tienen una afección para la que existen tratamientos efectivos.

Aunque cada trastorno de ansiedad tiene caracterĂ­sticas Ăşnicas, la mayorĂ­a responde bien a dos tipos de tratamiento: la psicoterapia o “terapia de conversaciĂłn” y los medicamentos. Estos tratamientos se pueden administrar solos o en combinaciĂłn. La terapia cognitivo-conductual (TCC), un tipo de terapia de conversaciĂłn, puede ayudar a una persona a aprender una forma diferente de pensar, reaccionar y comportarse para ayudar a sentirse menos ansiosa. Los medicamentos no curarán los trastornos de ansiedad, pero pueden proporcionar un alivio significativo de los sĂ­ntomas. Los medicamentos más utilizados son los ansiolĂ­ticos (generalmente recetados solo por un perĂ­odo corto) y los antidepresivos. Los betabloqueadores, que se usan para afecciones cardĂ­acas, a veces se usan para controlar los sĂ­ntomas fĂ­sicos de la ansiedad.

Hay una serie de cosas que las personas hacen para ayudar a sobrellevar los síntomas de los trastornos de ansiedad y hacer que el tratamiento sea más eficaz. Las técnicas de manejo del estrés y la meditación pueden ser útiles. Los grupos de apoyo (en persona o en línea) pueden brindar la oportunidad de compartir experiencias y estrategias de afrontamiento. También puede ser útil aprender más sobre los detalles de un trastorno, y ayudar a familiares y amistades a comprender mejor la afección. Evite la cafeína, que puede empeorar los síntomas, y consulte a su médico acerca de cualquier medicamento.

Revisión por médicos
Hector Colon-Rivera, M.D.
Junio de 2024

Medical leadership for mind, brain and body.

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