Las consecuencias para la salud mental de los desastres individuales para la mayorĂa de las personas incluyen estrĂ©s e insomnio leves; conductas de afrontamiento de alto riesgo, como el aumento en el consumo de alcohol; y trastornos mentales como depresiĂłn, ansiedad y estrĂ©s postraumático. El aumento de las temperaturas globales relacionado con el clima afecta a las poblaciones a travĂ©s de desastres localizados circunscritos, pero tambiĂ©n a travĂ©s de efectos a largo plazo y, con frecuencia, a gran escala que provienen de la experiencia de desastres repetidos y sus efectos en el bienestar, la estabilidad econĂłmica y la infraestructura en una regiĂłn determinada. Esto podrĂa incluir el estrĂ©s acumulativo en la comunidad, el aumento de la pobreza, la violencia domĂ©stica, el consumo de sustancias y la migraciĂłn forzada. Las inundaciones y las sequĂas prolongadas tambiĂ©n se han asociado con afecciones de salud mental, como niveles elevados de ansiedad, depresiĂłn, suicidio y trastornos de estrĂ©s postraumático (US GCRP).
A los niños les afectan más los desastres que a los adultos y tienen más probabilidad de continuar con sĂntomas relacionados con la experiencia traumática de un desastre (Lancet Commission). Las interrupciones en la rutina, la separaciĂłn de sus cuidadores a causa de las evacuaciones o los desplazamientos, y el estrĂ©s de los padres despuĂ©s de un desastre contribuyen a la angustia infantil. Con frecuencia, los niños son muy resilientes y las reacciones a los desastres pueden solucionarse con el tiempo, pero debe supervisarse que no haya efectos a largo plazo de estrĂ©s crĂłnico.
Los rescatistas, trabajadores del servicio de urgencias y otras personas involucradas en la respuesta a desastres relacionados con el clima extremo tienen más riesgo de sufrir consecuencias en la salud mental a corto y largo plazo (US GCRP). Estas personas pueden ser tanto un rescatista como una vĂctima, a las que se le exige que brinden atenciĂłn al pĂşblico mientras manejan los impactos adversos de un desastre para su propia familia. Con frecuencia, los rescatistas y los trabajadores de urgencias están expuestos a lesiones graves o a casos de muerte en el campo de trabajo, lo que puede aumentar los impactos negativos.
Hay medidas que se pueden tomar para prepararse mejor para los desastres y para ayudarse a sĂ mismo y a su familia cuando ocurran. Estas incluyen capacitaciĂłn sobre evacuaciĂłn segura de desastres de diferentes tipos, preparaciĂłn de una “bolsa de emergencia” con documentos importantes, recuerdos preciados y artĂculos de seguridad, como linternas, baterĂas solares y fĂłsforos, y mantener su automĂłvil y su hogar abastecidos con un suministro de agua y alimentos no perecederos para varios dĂas.
Impactos del calor en la salud mental
El calor tiene efectos directos en la salud humana, incluida la causa de enfermedades causadas por el calor, como el agotamiento por calor y la insolaciĂłn, y complicaciones mĂ©dicas del calor, incluidos más accidentes cerebrovasculares y ataques cardĂacos. Los seres humanos no pueden tolerar temperaturas superiores a 108 °F por mucho tiempo sin una aclimataciĂłn significativa, y las olas de calor prolongadas, particularmente si ocurren en poblaciones mal preparadas para manejarlas, pueden provocar una alta cantidad de muertes. Las personas con enfermedades mentales no toleran el calor tan bien como los demás debido a la quĂmica de su enfermedad. Los pacientes con trastornos psiquiátricos tambiĂ©n tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades provocadas por el calor y mortalidad por medicamentos que impiden una respuesta Ăłptima al estrĂ©s fisiolĂłgico por calor (Sorensen).
A nivel poblacional, el calor extremo tambiĂ©n se ha relacionado con aumentos en las conductas agresivas y la violencia domĂ©stica (US GCRP). La exposiciĂłn al calor extremo puede conllevar a un aumento en el uso del alcohol para sobrellevar el estrĂ©s, aumento en las admisiones hospitalarias y a la sala de emergencias de personas con padecimientos de salud mental y psiquiátricos, asĂ como un aumento en los casos de suicidio (Dumont). SegĂşn una estimaciĂłn, un aumento de 1 a 6 grados centĂgrados podrĂa causar de 283 a 1,660 casos adicionales de suicidio (0.7 % y 4.1 %) en los Estados Unidos (Belova). Las temperaturas incĂłmodamente altas tambiĂ©n aumentan las emociones negativas en la poblaciĂłn (Baylis).
Impactos nutricionales del cambio climático
Las sequĂas, las inundaciones y los cambios en los hábitats del cambio climático provocan una disminuciĂłn neta del suministro mundial de alimentos: aproximadamente un 1 % por cada grado centĂgrado de aumento de la temperatura media. Las plantas tambiĂ©n crecen más rápido a temperaturas más altas y más CO2, y tienen menos tiempo para absorber los nutrientes que son importantes para la salud del cerebro, particularmente el zinc y el hierro (Beach). Los niños con una alimentaciĂłn inadecuada tienen un desarrollo cognitivo más deficiente y más diagnĂłsticos de salud mental. La deficiencia de zinc se relaciona estrechamente con la depresiĂłn y la psicosis, (Petrilli) y la deficiencia de hierro se ha relacionado con el trastorno bipolar.
ContaminaciĂłn del aire por partĂculas y la salud mental
a contaminaciĂłn del aire se deriva de numerosas fuentes, pero el 85 por ciento de la contaminaciĂłn del aire se deriva del uso de combustibles fĂłsiles. Esta contaminaciĂłn atmosfĂ©rica por partĂculas puede viajar al cerebro en los vasos sanguĂneos y en las cĂ©lulas nerviosas, donde causa daño inflamatorio a las cĂ©lulas. Se ha demostrado que la contaminaciĂłn del aire aumenta el riesgo de autismo, disminuye la capacidad cognitiva y causa más TDAH y problemas de comportamiento en los niños, además de aumentar el riesgo de demencia, particularmente la demencia de Alzheimer, en los adultos. TambiĂ©n aumenta los riesgos de depresiĂłn, suicidio, enfermedad de Parkinson y posiblemente psicosis. Los incendios forestales contribuyen a esta contaminaciĂłn en particular y tambiĂ©n pueden transportar otros contaminantes ambientales de las estructuras en llamas (Peeples).
Impactos del cambio climático en las enfermedades infecciosas
Por Ăşltimo, el cambio climático provoca cambios importantes en la distribuciĂłn geográfica de los patĂłgenos humanos, en particular de las enfermedades transmitidas por vectores hasta ahora desconocidas o raras en los Estados Unidos (Mora). Enfermedades como la enfermedad de Lyme, Powassan, paludismo y otras se están extendiendo a nuevos hábitats y sobreviven durante más tiempo del año. Los murciĂ©lagos son portadores de enfermedades que sobreviven a temperaturas más altas, lo que los coloca en mayor probabilidad de transmisiĂłn ambiental. Estas infecciones pueden provocar sĂntomas psiquiátricos cuando el cerebro se ve afectado.